Noche de ánimas con Jorge Reyes
La noche de muertos no sería la misma si no existiera el tradicional concierto que ofrece Jorge Reyes cada año, desde hace 20, en el Espacio Escultórico de Ciudad Universitaria. Esa noche familias enteras se desplazan hasta el sur de la ciudad para disfrutar de la magia de la música, de nuestras raíces musicales y de una creatividad única que le ha valido a Reyes el reconocimiento en el mundo entero.
Mucho antes de que la globalización nos comiera, antes de que la música electrónica se volviera una moda y se incluyera en todos los géneros musicales y mucho, mucho antes de que se reconociera a nuestra sangre indígena como un elemento cultural popular, Jorge Reyes ya se presentaba en los principales foros europeos con su música prehispánica fusionada con los sonidos electrónicos y las raíces del rock.
Con más de treinta años de compositor, Jorge es uno de los pioneros del rock en México y reconocido por su trabajo de investigación en cuanto a la música indígena. Ha recorrido todas las regiones de nuestro país para estudiar el proceso creativo de las diferentes culturas.
Todo ello ha quedado plasmado en sus trabajos, desde sus inicios en el rock progresivo con Nuevo México, hasta el grupo Chac Mool y sus trabajos como solista, en los cuales se ha hecho acompañar de experimentados músicos de diferentes países.
El cine y el teatro han formado parte de sus pasiones artísticas. Ha realizado bandas sonoras para 12 películas y se ha involucrado en la producción de distintas puestas en escena.
Pero la que más tiempo le ha llevado y a la que le dedica prácticamente la mitad de su vida, es a la puesta de Día de Muertos. En un espacio mágico, formado por lava volcánica y en medio de las penumbras, Jorge Reyes recrea las tradiciones, las costumbres de los mexicanos para honrar a los muertos. Cientos de velas iluminan el camino de las ánimas rumbo a la circunferencia que alberga a Reyes, que como gran chamán nos lleva por todo un ritual hipnotizante, lleno de sonidos y luces.
Experiencias profundas a las que se llega a través de la música, la cual emana de un arsenal de instrumentos de origen prehispánico como tabores, piedras, sonajas, vasijas, flautas, ocarinas, tunkules y caparazón de tortuga. A ello se le suma la música electrónica y los danzantes. La voz de Jorge se convierte en el transporte de la oración que cada vez se hace más hipnótica, mientras el música utiliza su cuerpo como una caja de percusiones.
Simplemente mágico, nuestro, muy propio para recibir a las ánimas la última noche de octubre, en una ceremonia sin igual.
Jorge Reyes
Con su ánima sola. Concierto de muertos
martes 31 de octubre
Espacio Escultórico
Centro Cultural Universitario
Insurgentes Sur 3000, CU
19:30 horas
$100
Thursday, October 26, 2006
Tuesday, October 24, 2006
Adiós al CBGB
Hey ho, let´s go!!
Muchos ya no tuvimos oportunidad de conocerlo. Los que si pudieron ir pues manden sus comentarios. Pero la catedral del punk ha cerrado sus puertas y algunos de sus protagonistas estuvieron ahí en la noche del concierto final, como Patti Smith y Debbie Harry. El CBGB inspiró a muchos a componer canciones y hasta a formar bandas. Viva el rock, viva el punk.
El CBGB ofreció su último concierto la noche del pasado sábado 14.
Allí comenzaron a actuar grupos como The Ramones, Talking Heads y Blondie.
Su promotor podría trasladarlo a Las Vegas.
Era pequeño, un poco sucio, y la única decoración de sus paredes era los cientos de carteles de conciertos y pegatinas de grupos que fue acumulando en 33 años de historia. Sin embargo, era uno de los locales de conciertos con más solera de todo EEUU. Y el sábado dio el último.
El CBGB nació en diciembre de 1973, en plena efervescencia musical de la gran manzana. Por allí pasaron algunos de los grupos que iniciaron la nueva ola musical que en 1977 se trasladaría al otro lado del Atlántico en forma de punk.
En su escenario dieron sus primeros conciertos The Ramones, Talking Heads y Blondie, revolucionando desde finales de los 70 una ciudad que desde esa época lo convirtió en el "palacio del punk", como lo llegó a llamar Lou Reed.
El CBGB cierra porque el alquiler de su local era demasiado elevado
El CBGB se va de la gran manzana por las deudas contraídas por su promotor, Hilly Kristal, tras la finalización del contrato de arrendamiento con los dueños del local.
Estos exigieron a Kristal casi el triple de los 19.000 dólares que pagaba cada mes por el arriendo, algo que ha acabado por asfixiar económicamente al local.
Agobiado con las deudas, aconsejado por sus abogados, y a pesar de la intensa campaña popular para salvar el CBGB (incluso se llegaron a recoger firmas a través de Internet), Kristal decidió cerrar la sala de conciertos.
El centro de la movida neoyorkina
Con el Country BlueGrass Blues (lo que significan las siglas CBGB) se inició una de las épocas doradas de la música popular estadounidense, y más concretamente de Nueva York, que vivió su auténtica movida.
Por su escenario han pasado históricos de antes, como The Kinks, Television, The Police, Pink Floyd y The Clash, y más recientes, como The Strokes, Guns ´N´ Roses y Elvis Costello. La lista es larga (Wikipedia).
La última en actuar fue Deborah Harry, vocalista de Blondie, que no se quiso perder la última noche del local y el pasado sábado ofreció un emotivo concierto tras el que se dio el cierre definitivo.
Pero el CBGB no ha muerto del todo. Hilly Kristal planea abrir en breve un clon, pero en Las Vegas, la próxima primavera. Tal vez no será lo mismo, pero seguro que albergará buena música.
Hey ho, let´s go!!
Muchos ya no tuvimos oportunidad de conocerlo. Los que si pudieron ir pues manden sus comentarios. Pero la catedral del punk ha cerrado sus puertas y algunos de sus protagonistas estuvieron ahí en la noche del concierto final, como Patti Smith y Debbie Harry. El CBGB inspiró a muchos a componer canciones y hasta a formar bandas. Viva el rock, viva el punk.
El CBGB ofreció su último concierto la noche del pasado sábado 14.
Allí comenzaron a actuar grupos como The Ramones, Talking Heads y Blondie.
Su promotor podría trasladarlo a Las Vegas.
Era pequeño, un poco sucio, y la única decoración de sus paredes era los cientos de carteles de conciertos y pegatinas de grupos que fue acumulando en 33 años de historia. Sin embargo, era uno de los locales de conciertos con más solera de todo EEUU. Y el sábado dio el último.
El CBGB nació en diciembre de 1973, en plena efervescencia musical de la gran manzana. Por allí pasaron algunos de los grupos que iniciaron la nueva ola musical que en 1977 se trasladaría al otro lado del Atlántico en forma de punk.
En su escenario dieron sus primeros conciertos The Ramones, Talking Heads y Blondie, revolucionando desde finales de los 70 una ciudad que desde esa época lo convirtió en el "palacio del punk", como lo llegó a llamar Lou Reed.
El CBGB cierra porque el alquiler de su local era demasiado elevado
El CBGB se va de la gran manzana por las deudas contraídas por su promotor, Hilly Kristal, tras la finalización del contrato de arrendamiento con los dueños del local.
Estos exigieron a Kristal casi el triple de los 19.000 dólares que pagaba cada mes por el arriendo, algo que ha acabado por asfixiar económicamente al local.
Agobiado con las deudas, aconsejado por sus abogados, y a pesar de la intensa campaña popular para salvar el CBGB (incluso se llegaron a recoger firmas a través de Internet), Kristal decidió cerrar la sala de conciertos.
El centro de la movida neoyorkina
Con el Country BlueGrass Blues (lo que significan las siglas CBGB) se inició una de las épocas doradas de la música popular estadounidense, y más concretamente de Nueva York, que vivió su auténtica movida.
Por su escenario han pasado históricos de antes, como The Kinks, Television, The Police, Pink Floyd y The Clash, y más recientes, como The Strokes, Guns ´N´ Roses y Elvis Costello. La lista es larga (Wikipedia).
La última en actuar fue Deborah Harry, vocalista de Blondie, que no se quiso perder la última noche del local y el pasado sábado ofreció un emotivo concierto tras el que se dio el cierre definitivo.
Pero el CBGB no ha muerto del todo. Hilly Kristal planea abrir en breve un clon, pero en Las Vegas, la próxima primavera. Tal vez no será lo mismo, pero seguro que albergará buena música.
Tuesday, October 17, 2006
Si muero, no moriré del todo
Salvador Dalí
Días aciagos, noches de recuerdosy reflexiones. Ya pronto es la Noche de Todos los Santos y muchos pondrán sus ofrendas para recibir a sus fieles difuntos, los chicos y los grandes. Una de las tradiciones más arraigadas de nuestro país, el Día de Muertos. Aunque se ha contaminado por esa otra tradición del Halloween, no dejamos de tener lo nuestro y preservar lo que nos dejaron nuestros ancestros.
El pan de muerto, ese que se saborea chupándose los dedos que quedan llenos de azúcar y todos se pelean los huesitos. Las calaveras de azúcar, que son adornadas con glas de colores y tienen el nombre del "difunto" en la frente. También hay de chocolate y amaranto, pero las tradicionales son las blancas. Las velas y veladoras que guían el camino de los difuntos a casa. El copal, ese aroma único que se une al de la flor de cempasuchítl. El papel picado, todo un arte hecho por manos mexicanos que ya se pirateraron los chinos y ahora hasta de plástico nos quieren endilgar a las calacas cortaditas. Y claro, la Calaca Catrina, legado de don José Guadalupe Posada, que en sus grabados dio chiras pelas a los personajes de la época, como Porfirio Díaz.
A todo lo anterior se suma la comida, el mole que se pone en el altar, el aguardiente, los panes de pueblo que se visten de colores, pero lo que más me gusta es la calabaza en dulce, no la de tacha, sino la que se hace con piloncillo, cañas, tejocotes, guayabas y canela. Acompañada de leche... Todo el año es la espera por esa semana en la que sólo se come, cena y desayuna calabaza.
Pedir calaverita con una caja de zapatos a la que se le hicieron agujeritos y se le puso una vela ya no es lo común. Ahora llegan con su calabaza de plástico comprada en algún centro comercial y todos salen disfrazados cual personajes de las cintas serie B de la Universal (aunque no hay muchos hombres lobo). Esa amalgama de culturas enriquece la noche, sobre todo para los niños. Llenos de dulces recorren las calles pidiendo más, aunque antes nos daban una moneda.
Las tradiciones se parecen en diferentes países y extrañamente con Egipto tenemos más coincidencias. De todo ellos da cuenta Ray Bradbury en su maravilloso libro El árbol de las brujas, en donde por una noche un grupo de niños hacen un recorrido por la historia y además nos conmueven con su sentido de la amistad. Otro referente es el acertado capítulo de los Simpson en el que se cuenta la historia de las brujas y de la noche ídem.
Es solo el comienzo, la fiesta de las brujas y el camino al Mictlán apenas da inicio.
Salvador Dalí
Días aciagos, noches de recuerdosy reflexiones. Ya pronto es la Noche de Todos los Santos y muchos pondrán sus ofrendas para recibir a sus fieles difuntos, los chicos y los grandes. Una de las tradiciones más arraigadas de nuestro país, el Día de Muertos. Aunque se ha contaminado por esa otra tradición del Halloween, no dejamos de tener lo nuestro y preservar lo que nos dejaron nuestros ancestros.
El pan de muerto, ese que se saborea chupándose los dedos que quedan llenos de azúcar y todos se pelean los huesitos. Las calaveras de azúcar, que son adornadas con glas de colores y tienen el nombre del "difunto" en la frente. También hay de chocolate y amaranto, pero las tradicionales son las blancas. Las velas y veladoras que guían el camino de los difuntos a casa. El copal, ese aroma único que se une al de la flor de cempasuchítl. El papel picado, todo un arte hecho por manos mexicanos que ya se pirateraron los chinos y ahora hasta de plástico nos quieren endilgar a las calacas cortaditas. Y claro, la Calaca Catrina, legado de don José Guadalupe Posada, que en sus grabados dio chiras pelas a los personajes de la época, como Porfirio Díaz.
A todo lo anterior se suma la comida, el mole que se pone en el altar, el aguardiente, los panes de pueblo que se visten de colores, pero lo que más me gusta es la calabaza en dulce, no la de tacha, sino la que se hace con piloncillo, cañas, tejocotes, guayabas y canela. Acompañada de leche... Todo el año es la espera por esa semana en la que sólo se come, cena y desayuna calabaza.
Pedir calaverita con una caja de zapatos a la que se le hicieron agujeritos y se le puso una vela ya no es lo común. Ahora llegan con su calabaza de plástico comprada en algún centro comercial y todos salen disfrazados cual personajes de las cintas serie B de la Universal (aunque no hay muchos hombres lobo). Esa amalgama de culturas enriquece la noche, sobre todo para los niños. Llenos de dulces recorren las calles pidiendo más, aunque antes nos daban una moneda.
Las tradiciones se parecen en diferentes países y extrañamente con Egipto tenemos más coincidencias. De todo ellos da cuenta Ray Bradbury en su maravilloso libro El árbol de las brujas, en donde por una noche un grupo de niños hacen un recorrido por la historia y además nos conmueven con su sentido de la amistad. Otro referente es el acertado capítulo de los Simpson en el que se cuenta la historia de las brujas y de la noche ídem.
Es solo el comienzo, la fiesta de las brujas y el camino al Mictlán apenas da inicio.
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